Menorca 360º te permitirá descubrir la riqueza natural, histórica y cultural de uno de los paraísos de la Mediterránea
UNA PEQUEÑA ISLA LLENA DE GRANDES DETALLES
Menorca es una isla hecha a la medida del hombre. Vista sobre el mapa, puede parecer sencillamente una pequeña isla en medio del Mediterráneo. Sin embargo, esta percepción cambia cuando es vista de cerca: su pequeño territorio esconde infinidad de sorpresas, contrastes y rincones escondidos.
En Menorca podemos encontrar una admirable diversidad geológica, de flora y de fauna. La mayor parte de la superficie de la isla es paisaje natural o rural, y los más de 200 kilómetros de costa son mayoritariamente vírgenes.
Reserva de Biosfera
La riqueza de un patrimonio histórico, artístico y cultural único, manifestación humanizada de la diversidad medioambiental de la isla, completa el conjunto de una isla que ha merecido el reconocimiento de Reserva de la Biosfera por parte de la UNESCO.
La relación hombre-naturaleza ha sido una constante en la historia de una isla con un territorio pequeño, muy humanizado y bastante bien conservado vez. Ser Reserva de Biosfera representa ser un modelo de desarrollo sostenible que preserve la armonía del medio ambiente con el desarrollo socioeconómico y el patrimonio histórico, artístico y cultural.
Contraste de paisajes
Norte de Menorca, en la zona de Favàritx
El NORTE es más variado, está formado por una amalgama de terrenos y materiales muy antiguos. El litoral es muy accidentado y abrupto, y el paisaje está compuesto por colinas, torrentes y humedales. Los materiales que lo componen provocan un predominio de los colores oscuros. Las calas son muy variadas, con arenas de distintos colores y espesor, en ocasiones formando pintorescos guijarrales o playas de grandes piedras redondeadas.
Sur de la isla. Mitjaneta y Cala Mitjana
El SUR está formado por rocas calcáreas y areniscas, de color más claro, y es más llano y homogéneo que el norte. Sin embargo, la mitad sur de la isla está surcada por numerosos y profundos barrancos que imprimen carácter a su relieve. A diferencia del norte, el litoral es más rectilíneo y abundan las playas de arena fina y blanca rodeadas por pinares, casi siempre al final de un barranco, como por ejemplo Cala Mitjana, en la foto.
Contraste de las estaciones
Los visitantes de Menorca que sólo conocen la isla reseca, polvorienta y de tonos ocres del verano se sorprenden cuando comprueban el verdor exuberante que la cubre durante el resto del año. La isla luce especialmente sus cualidades durante la primavera, cuando el espectáculo cromático y olfativo de las flores estalla sobre el manto de la hierba verde.
El clima de Menorca es típicamente mediterráneo: templado, con veranos secos y calurosos e inviernos lluviosos y de temperaturas suaves. La oscilación climática se traduce en un marcado contraste de las distintas estaciones y grandes cambios en el paisaje. Cada época del año ofrece una nueva cara de la isla, cada una con su personalidad diferenciada.
Un museo al alire libre
Menorca es un auténtico museo al aire libre. Las huellas que dejaron nuestros ancestrales pobladores siguen todavía vivas en los poblados prehistóricos de la isla, con construcciones conformadas por piedras de gran tamaño.
Pero Menorca es rica también en yacimientos, monumentos y bienes etnológicos de todas las épocas. El mismo Camí de Cavalls forma parte importante del patrimonio histórico de Menorca, y es al mismo tiempo patrimonio vivo, quizás más vivo que nunca.